Ya es hora

Sigo esperando a qué un rayo parta de mi orejas hasta la punta de mi barbilla y me haga saber que ya es hora. No tengo la más remota idea de la hora de que, pero quiero que sea hora de algo.
Hora de hacer algo que importe, que me haga sentir bien, que me parta, me quiebre, me haga sentir algo.
La sensación de enajenación que me aborda a diario ya no la soporto, me hace sentirme harto, asqueado de mi, aburrido. pero al fin y al cabo enajenado, de eso se trata. ¿No es así?





¡Bah! No engaño a nadie, no sé que es lo que necesito
Necesito algo, pero no sé que es, ¿un chica?, ¿comida?, ¿sexo?, ¿amigos?, ¿alcohol?, ¿salir un poco?. Quién es quién para decírmelo o opinar al respecto.
Saben no me vendría mal experiencias nuevas, pero como empezarlas, y caemos en el circulo infinito; No comienzo algo por no saber dónde y sé dónde pero no sé que comenzar.
Un día, ese rayo que me diga que ya es hora, en verdad me dirá de que es hora. Confió en ese rayo más que en mi mismo.
Escribo hoy, por no tener algo más que hacer, porque necesito hacer algo, no lo sé